Seamos honestos, la mayoría de las personas interesadas en temas espirituales sentimos un gran interés y /o curiosidad por la adivinación ...

Seamos honestos, la mayoría de las personas interesadas en temas espirituales sentimos un gran interés y /o curiosidad por la adivinación. ¿Y qué herramienta es una de las que más llama la atención? Sí, el Tarot.

Desde pequeña me gustaba averiguar los "misterios" que escondía el cuarto de mi abuela, así que siempre andaba revisando su closet, sus gavetas, joyeros, mesas de noche, carteras y un montón de cosas. Pero no fue hasta que comencé el séptimo grado que encontré unas cartas de Tarot dentro de una de sus mesas de noche.

Estas cartas se llaman Tarot español y son muy parecidas al Tarot de Marsella. Para muestra, un botón (la foto no es mía):


Comencé a utilizar las cartas y las "leía" con el instructivo que trajeron (Error 1). Además, leía en cualquier parte, sobre todo encima de la cama (Error 2). A pesar de eso, las cartas me dieron mensajes muy ciertos, incluso varios se hicieron realidad en el futuro a mediano plazo.

Con el tiempo compré un libro al cual bauticé como la biblia, pues usaba sus tiradas y sus significados y la verdad es que todo lo que me decían las cartas sucedía.Para ese momento solo las "leía" en raras ocasiones, cuando sentía la necesidad de hacerlo. Muchas veces las "leí" para una amiga y, según ella, todo lo que le decía se hacía realidad o le había ocurrido.

Prácticamente desde que descubrí esas cartas quise hacer un curso de Tarot, pero en aquel momento era muy joven y/o los horarios eran muy complicados.

Por fin, en el 2011, a los 21 años, se presentó la oportunidad. Estaba de vacaciones y decidí tomar el curso de Tarot de Marsella que se realizaría todos los sábados. Honestamente, fue una experiencia maravillosa y divertida.

Aprendí mucho y, aunque me costaba un poco expresarme, la profesora siempre me decía que yo era muy buena (y no es por alardear, pero me impresiono mucho por las cosas que puedo ver y como ocurren... o incluso cuando ya ocurrieron).

Poco a poco dejé de lado los libros y sentí más confianza para leer las cartas sin apoyo. Sin embargo, como los arcanos menores del Tarot de Marsella son muy abstractos, se me hicieron (y a veces se me hacen) un poco complicados.

Practiqué muy seguido por bastante tiempo, pero luego con la tesis y las clases se me hizo más difícil y no pude continuar con la práctica constante.


Pero llegó el día en que me entró en la cabeza que quería estudiar Tarot Rider. Contacté a la escuela y cuando por fin abrieron las inscripciones decidí participar. Es así como desde enero de este año estoy estudiando el Tarot Rider... y me encanta.

Este curso tiene mayor duración y se centra más en los detalles de las cartas. Y, como dice mi profesora, "la mejor chuleta del Tarot es el Tarot". No olviden eso, pues no hay nada más cierto.

Ciertamente el Tarot Rider tiene muchos más detalles que el de Marsella y creo que eso puede hacerlo más entendible... Además, me agrada que ambos mazos tengan aspectos en común; pero cuando difieren es que se vuelve realmente interesante.

Pronto seguiré contando un poco más de mi viaje de El Loco personal en el mundo del Tarot.

Ariel Abraham. Con la tecnología de Blogger.