" Cuerpo, mente y espíritu ", tres palabras que normalmente se asocian al balance, a lo sano, a la estabilidad... e incluso a ser ...

"Cuerpo, mente y espíritu", tres palabras que normalmente se asocian al balance, a lo sano, a la estabilidad... e incluso a ser un poco "come flor". Pero la verdad es que es una frase interesante, y muy acertada.

Cuando se llega a un camino espiritual la mayoría de la información que se consigue involucra al cuerpo, a la mente y al espíritu; pero casi siempre hacen mayor énfasis en la mente y en el espíritu (al menos en mi experiencia personal). ¿Por qué? Creo que es sencillamente porque son los "músculos", por así llamarlos, que no tenemos tan desarrollados; y, precisamente, al desarrollarlos podremos lograr grandes avances y mayor control sobre el cuerpo.

Pero ¿qué pasa cuando eres como yo, floja/o para hacer ejercicios? ¿Cuando siempre le has dado más importancia a la mente y al espíritu? ¿Cuando realmente no le has dado todo el amor que tu cuerpo merece? Pues en ese caso el cuerpo queda descuidado. Aunque no es tarde para darse cuenta y comenzar a hacer lo mejor por él.


Hace un mes me encontraba en esa posición: quería hacer algo para mejorar mi salud física... pero ¿qué? Ir a un gimnasio no era una opción, puesto que estoy tratando de ahorrar dinero. Entonces unos compañeros de trabajo me hablaron de los videos de Insanity. Ya había oido hablar de ellos, pero nunca los había visto.

Conseguí los videos lo más rápido que pude y comencé a hacer los ejercicios. Suena muy fácil, pero ha sido un camino fuerte. Las primeras dos semanas quedé asombrosamente destrozada, me tomaba toda el agua que llevaba cuando iba a hacer los ejercicios, y hasta me hice daño en un músculo de la pierna (por no hacer caso a lo que dice el fabuloso entrenador, Shaun T, sobre tener cuidado con la forma en la que se hace el ejercicio. "Don't compromise form"). Pero todo eso está relativamente en el pasado.

Aún quedo cansada y hay ejercicios que todavía no puedo hacer (aunque lo intento), pero si hay algo que ha evolucionado en mí ha sido mi mente. Desde que comencé Insanity dejé de pensar negativamente, dejé de decirme a mí misma "es muy difícil", "no lo hagas más". En su lugar, comencé a decirme "todavía no puedo hacer este ejercicio, pero lo modificaré y haré este otro". Me comprometí totalmente con estos videos porque la verdad es que me encantan, me divierten y me hacen feliz. Así de simple.


Me encanta que el entrenador, Shaun T, sea una persona extremadamente positiva. Es un tipo que sabe cómo motivar, entiende que no todo el mundo puede hacer los ejercicios a la perfección y sobre todo transmite una muy buena energía. Siempre incita a continuar, nunca hace sentir mal. Y eso ha sido la clave para mí.

Todavía me queda un mes de Insanity, el más difícil según he leído, y la verdad, aunque estoy cansada, estoy impaciente por comenzar (justo hoy es el primer día de este segundo mes).

Honestamente nunca pensé que me gustaría tanto hacer ejercicio ni que llegaría a un nivel de compromiso como este. No importa a qué hora llegue a casa, siempre estoy lista para Insanity.


He disfrutado tanto de esto que ha dejado de ser una cuestión de pérdida de peso y de salud; se ha convertido en algo que amo. Y esa es la clave.

Hacer Insanity ha llevado a mi cuerpo más allá de sus límites y ha ayudado a mi mente a superar bloqueos, y también me da esa famosa "paz de espíritu". Es para mí un primer gran paso hacia ese balance de cuerpo, mente y espíritu.

¿Y tú? ¿Cómo trabajas para lograr ese balance de cuerpo, mente y espíritu?


Cuando conocí la Wicca no solo llegó a mi mente y a mi vida la figura de la diosa , sino el concepto de la triple diosa . Ya no me conside...

Cuando conocí la Wicca no solo llegó a mi mente y a mi vida la figura de la diosa, sino el concepto de la triple diosa. Ya no me considero wiccana sino pagana ecléctica, pero he decidido mantener en mi práctica esa imagen de la diosa triple, pues creo que cada uno de sus aspectos refleja mucho de la vida.

Doncella, madre y anciana o "mother, maiden and crone" son estas tres "caras" de la diosa. 


He visto que muchas personas se lo toman muy literal y asocian a la triple diosa con una virgen, una mujer embarazada (o que ya tuvo un hijo) y con una viejita sabia. Y aunque es cierto que lo común de la vida es pasar por esos tres "ciclos" (por así llamarlos), también es cierto que muchas mujeres no tienen hijos o mueren antes de ser consideradas ancianas. 

Entonces, si yo no tengo hijos ¿no puedo identificarme con el aspecto de madre de la diosa? Para mí la respuesta es todo lo contrario: puedo identificarme perfectamente con ese aspecto. ¿Por qué? Pues porque creo que la triple diosa se refleja en la vida de cada persona, por diferentes que seamos. Solo tenemos que darnos cuenta.

Por eso, hace poco decidí que quería representar a la triple diosa en figuras de arcilla. No soy una experta en la materia, así que las figuras son bastante básicas, pero estoy contenta con el resultado.

Antes de hacerlas, mi gran pregunta fue ¿cómo veo cada aspecto de la diosa triple? Y así, me puse a meditar y decidí que cada figura llevaría un objeto o algo representativo de las "caras" de la diosa.


La doncella lleva una flor, pues para mí ella tiene todo el potencial, es "todo en potencia". Tiene la creatividad, las ideas, las ganas de comenzar; es fuerte y luchadora. Es el florecimiento en cada aspecto de la vida. Ella es esa chispa, ese momento en que todo encaja y puede dar comienzo a montones de cosas maravillosas. Todos pasamos y hemos pasado por esos momentos; puede ser cuando aprendemos algo, se nos ocurre una idea o una solución, comenzamos una nueva etapa en la vida y/o le damos forma a algún proyecto.

La madre lleva un corazón, pues pensé ¿Qué es una madre? Una madre es amor. ¿Y si no he tenido hijos? Pues hay muchas cosas y personas a las que amo y a las que les he dedicado mi tiempo y todo mi cariño. Todos tenemos proyectos que hemos desarrollado, que hemos hecho crecer, que hemos visto triunfar; puede ser una empresa, una planta, una mascota, una casa, un viaje... en fin, cualquier cosa que hayamos hecho con amor.

La anciana lleva un libro (podría ser un Libro de la Sombras). Tiene ese libro porque ella es sabia e inteligente, tiene la experiencia y la pericia; es creativa, aconseja, cuenta historias, enseña y educa. Honestamente, todos somos buenos y/o excelentes en algo o en montones de cosas; ya sea la carrera profesional, pasatiempos, deportes o cualquier tipo de trabajo o actividad.

Simplemente quise darles una mirada no literal a cada una de las piezas. Pero ¿está mal o es erróneo considerar la visión literal de virgen, mujer embarazada y viejita? No lo creo, pues, como ya dije, la triple diosa se asocia a los "ciclos" de vida de una mujer. No tiene nada de malo pensar en la triple diosa en esa forma, pero no debemos limitarnos a esa literalidad, pues estaríamos desaprovechando las maravillas de cada aspecto. Solo hay que ver más allá.

Una vez terminadas las figuras las metí al horno, y sufrí un poco pues se despegaron los brazos, la flor, el corazón y la parte de abajo del vestido de la anciana (lo que solo demuestra mi falta de conocimiento en el área del trabajo con arcilla). Al final, pegué todas las piezas con silicón y pinté las figuras con pintura al frío y... esmalte de uñas.



La doncella tiene la escarcha para simbolizar la chispa y el "todo en potencia"; la madre solo tiene el corazón (que también tiene escarcha) pues es el amor que se entrega con todo; y la anciana tiene esa "decoración" en su vestido porque recuerda a la luna, a las experiencias pasadas e indica que la sabiduría guía sus pasos.

No son obras de arte, pero simbolizan todo lo que he explicado. Además, haciéndolas pasé por todos los ciclos de la doncella, madre y anciana. ¿Cómo?
  • Tuve la idea, la chispa, de crear las figuras y comencé a trabajar en ellas con entusiasmo y a pensar cómo las representaría (doncella)
  • Me dediqué a fabricarlas, con mucha paciencia, amor y cuidado. Cometí errores, pero me dediqué con cariño a corregirlos (madre)
  • Adquirí un poco más de experiencia en el manejo de arcilla y de pintura (no quiere decir que ahora soy la experta del siglo, nada que ver). Cuando me dí cuenta de que no contaba con todos los colores deseados simplemente busqué solucionar el problema, y cuando se rompió el vestido de la anciana (en varios pedazos, debo añadir) supe mantener la calma y colocarle el silicón tranquilamente, pues ya me había pasado con las otras dos figuras (anciana)
Es así de simple, es ver, sentir, entender y aprovechar que la divinidad está en todas partes. Desde lo más sencillo a lo más complicado. 

No hay nada más satisfactorio en esta vida que encontrarse a aquellas personas que "saben más" que uno (bueno, sí lo hay, pero vam...

No hay nada más satisfactorio en esta vida que encontrarse a aquellas personas que "saben más" que uno (bueno, sí lo hay, pero vamos a asumir que es cierto). Y lo mejor es encontrarlas en este mundo de espiritualidad, religión, esoterismo, etc. Pero una cosa es encontrarse a un buen maestro o compañero, y la otra es cruzar caminos con un fantoche que se sobrevalora a sí mismo. 

Creo que he tenido bastante suerte, pues solo me he encontrado un maestro fantoche en las clases que he tomado relacionadas con lo espiritual. Sin embargo, sí he tenido compañeros fantoches... aquellos que creen, juran y perjuran que "saben más" que todos, incluso que el maestro.

Hace varias semanas estuve en una actividad de Reiki. Allí tuve una compañera particular que le encantaba hablar de sí misma, de sus infinitos talentos, de su trabajo maravilloso y de todas sus inagotables habilidades esotéricas. Incluso llegó a comentar que está aprendiendo una técnica de sanación a partir de un libro (que está desactualizado, por cierto, pero ella no lo quiere entender) y empezó a corregir sobre esa técnica a otra compañera que lleva más de 10 años estudiándola a través de libros, clases y, sobre todo, práctica. En fin, una persona encantada de hablar de sí misma y que prácticamente se pone el título de Súper bruja.

Hace poco estuve en una clase de Tarot en la que me tocó realizar un trabajo con una chica que me daba la impresión de que se burla de todo el mundo y es bastante superficial. Sus ojos y su forma de hablar me hacían pensar eso, y ese día, durante el trabajo, me di cuenta de que efectivamente ella es así. Primero, no dejó de criticar a otros compañeros, y después comentó que su energía era excesivamente fuerte y que por eso casi nadie podía leerle las cartas. Además, comentó que ya ella había aprendido mucho y no iba a continuar tomando clases de Tarot que fueran "más de lo mismo" (añádele a eso un tono pretencioso). 

No tengo ninguna duda de que estas dos mujeres tienen conocimientos sobre lo que hablan, pero estoy segura de que les encanta enaltecerse. Y eso no cuadra conmigo, pues pienso que un poquito de humildad no mata a nadie. 

Además, honestamente, en este mundo espiritual es bastante difícil ser el que "sabe más" todo el tiempo y en cada aspecto. Incluso, a veces pienso que esa actitud va en contra de lo que significa ser una persona espiritual o que estudia alguna técnica, llamémosla esotérica, para ayudar a otros.

¿Cómo lidiar con una situación así? Bueno, yo particularmente no les doy ánimo para que sigan exagerando sobre sus talentos "brujeriles", simplemente les respondo con un "Sí, claro", y luego sonrío para mis adentros.  

Todo esto lo comparo con la actitud de otra compañera que comentó que se había dedicado a la santería después de padecer una enfermedad muy grave. Ella contó su historia de una manera muy tranquila, humilde y en ningún momento se expresó ni se refirió a ella misma como la bruja más bruja, ni como el ser con la energía más fuerte, ni nada. Más bien habló que cómo su religión le había permitido crecer y desarrollarse como persona. Ella es, para mí, una persona que "busca saber más".

Pero bueno, aquellos que "saben más" los vamos a encontrar en cualquier ámbito de la vida, junto a aquellos que "buscan saber más". 

Sin embargo, creo que los que dicen "saber más" nos dan una lección a los que "buscamos saber más". Son como una especie de advertencia para nunca perder la humildad, y también pueden ser un recordatorio cuando la estamos perdiendo.

Si eres de los que de verdad "saben más", no fanfarronees frente a los que crees que saben menos; escúchalos y si puedes apóyalos, pues probablemente ellos son de los que "buscan saber más", como algún día tú también lo fuiste.


Las palabras " bruja mala " llaman mucho la atención, pues lo más común es asociarlas con la llamada " magia negra "; ...

Las palabras "bruja mala" llaman mucho la atención, pues lo más común es asociarlas con la llamada "magia negra"; pero ¿Qué pasa cuando uno trata de dar lo mejor de sí, de ser amable, de ser respetuoso, de cumplir con lo que se le pide, y solo recibe a cambio constantes faltas de respeto?¿Qué hace uno ante una situación incontrolable por medios "comunes" cuando se puede recurrir a la magia?

A finales de 2010 viví una situación bastante estresante y difícil con una persona de la universidad a la que asistí. Esa mujer, a la que llamaremos Catrina, se esforzó por hacernos la vida muy complicada a un grupo de personas; se burló de nosotros y nos acusó de acciones que jamás habíamos pensado ni hecho, nos trató como basura y nos ofendió constante y repetidamente. El nivel de estrés fue tal que muchos de los afectados terminamos prácticamente llorando por los pasillos y deseando salir corriendo cuando pudiéramos.

Yo soy una persona tranquila (a veces demasiado), pero esta situación me llenó de rabia y me sorprendió muchísimo la injusticia y la crueldad que vi y viví. Ante esto, pedí ayuda a los dioses e incluso me concentré y medité pensando en Catrina y sus acciones y le pedí mentalmente que reconsiderara y se diera cuenta de que las cosas iban mal. Incluso se habló con ella en persona, pero nada funcionó.

Después de lo que llamaré "la gota que derramó el vaso" con Catrina, decidí que ya era suficiente. No iba a seguir buscando soluciones pacíficas y tampoco iba a dejar todo en manos del tiempo. Inmediatamente se me vino una diosa a la cabeza: Kali.




Kali es la diosa hindú que es asociada con la muerte y la destrucción; sin embargo, también trae regeneración y es la diosa madre y defensora.

Pedí a Kali que por favor me ayudara y que Catrina recibiera lo que se merecía por todo el daño que me hizo (a mí y a las otras personas). Le pedí que Catrina sintiera todo lo que nos había hecho sufrir. Hice un pequeño ritual, pedí que por favor me enterase de cómo Catrina recibía su merecido, agradecí y listo.

Ese fue mi momento de "bruja mala", pero ¿realmente fui "mala"? No lo creo. Catrina no era una bruja mala, era una mala persona. Un ser egoísta que no le importaba pasar sobre los demás y destruirlos.

Casi han pasado tres años de lo ocurrido, y fue ayer que me enteré de que efectivamente Catrina está recibiendo lo que merece. Fue muy loco enterarme de eso, pues la mencioné por casualidad al comentar los malos ratos que nos hizo pasar, y una compañera de trabajo dijo que la conocía y me dio la noticia de lo que ocurre en su vida.

Aparentemente tuvo problemas que afectan su trabajo, su vida, su inspiración, bla, bla, bla, pero está recuperándose, aunque es posible que no vuelva a ser la de antes. ¿Qué si me alegré? Sí, no lo voy a negar. 

Y volví a darle las gracias a Kali por darle su merecido y hacer que yo me enterara.

Lo más sorprendente de todo es que cuando hice aquel ritual me imaginé lo que quería que le pasara a Catrina, pues sabía lo que la afectaría más. Y justamente lo que le está pasando es lo que le deseé pero un poco menos grave.


No me arrepiento para nada, pero sí quiero dejar claro que no ando por la vida pidiéndole a Kali que le dé su merecido a cualquiera que me vea feo. Esta fue una situación extraordinaria y muy, muy dura e injusta para mí, que requirió de medidas "desesperadas".

En conclusión, no siempre se puede afrontar todo desde el lado "bueno". Hay momentos para ser "brujas malas".



Seamos honestos, la mayoría de las personas interesadas en temas espirituales sentimos un gran interés y /o curiosidad por la adivinación ...

Seamos honestos, la mayoría de las personas interesadas en temas espirituales sentimos un gran interés y /o curiosidad por la adivinación. ¿Y qué herramienta es una de las que más llama la atención? Sí, el Tarot.

Desde pequeña me gustaba averiguar los "misterios" que escondía el cuarto de mi abuela, así que siempre andaba revisando su closet, sus gavetas, joyeros, mesas de noche, carteras y un montón de cosas. Pero no fue hasta que comencé el séptimo grado que encontré unas cartas de Tarot dentro de una de sus mesas de noche.

Estas cartas se llaman Tarot español y son muy parecidas al Tarot de Marsella. Para muestra, un botón (la foto no es mía):


Comencé a utilizar las cartas y las "leía" con el instructivo que trajeron (Error 1). Además, leía en cualquier parte, sobre todo encima de la cama (Error 2). A pesar de eso, las cartas me dieron mensajes muy ciertos, incluso varios se hicieron realidad en el futuro a mediano plazo.

Con el tiempo compré un libro al cual bauticé como la biblia, pues usaba sus tiradas y sus significados y la verdad es que todo lo que me decían las cartas sucedía.Para ese momento solo las "leía" en raras ocasiones, cuando sentía la necesidad de hacerlo. Muchas veces las "leí" para una amiga y, según ella, todo lo que le decía se hacía realidad o le había ocurrido.

Prácticamente desde que descubrí esas cartas quise hacer un curso de Tarot, pero en aquel momento era muy joven y/o los horarios eran muy complicados.

Por fin, en el 2011, a los 21 años, se presentó la oportunidad. Estaba de vacaciones y decidí tomar el curso de Tarot de Marsella que se realizaría todos los sábados. Honestamente, fue una experiencia maravillosa y divertida.

Aprendí mucho y, aunque me costaba un poco expresarme, la profesora siempre me decía que yo era muy buena (y no es por alardear, pero me impresiono mucho por las cosas que puedo ver y como ocurren... o incluso cuando ya ocurrieron).

Poco a poco dejé de lado los libros y sentí más confianza para leer las cartas sin apoyo. Sin embargo, como los arcanos menores del Tarot de Marsella son muy abstractos, se me hicieron (y a veces se me hacen) un poco complicados.

Practiqué muy seguido por bastante tiempo, pero luego con la tesis y las clases se me hizo más difícil y no pude continuar con la práctica constante.


Pero llegó el día en que me entró en la cabeza que quería estudiar Tarot Rider. Contacté a la escuela y cuando por fin abrieron las inscripciones decidí participar. Es así como desde enero de este año estoy estudiando el Tarot Rider... y me encanta.

Este curso tiene mayor duración y se centra más en los detalles de las cartas. Y, como dice mi profesora, "la mejor chuleta del Tarot es el Tarot". No olviden eso, pues no hay nada más cierto.

Ciertamente el Tarot Rider tiene muchos más detalles que el de Marsella y creo que eso puede hacerlo más entendible... Además, me agrada que ambos mazos tengan aspectos en común; pero cuando difieren es que se vuelve realmente interesante.

Pronto seguiré contando un poco más de mi viaje de El Loco personal en el mundo del Tarot.

Años tenía yo escuchando sobre Reiki , y esos mismos años los pasé sin darle importancia. Por lo que sabía, era una técnica para curar . ¿...

Años tenía yo escuchando sobre Reiki, y esos mismos años los pasé sin darle importancia. Por lo que sabía, era una técnica para curar. ¿Que cómo se hacía? ¿Cómo funcionaba? Ni idea.

Pero la vida da muchas vueltas, y menos mal que es así.

Hace poco me enteré de que darían un curso de Reiki Usui Tibetano, nivel I, y sentí ganas de inscribirme, sentí curiosidad, sentí paz y alegría; así que me anoté rápidamente en la lista.

El curso duró todo un día, y el próximo nivel lo haremos dentro de poco. Honestamente fue una experiencia muy bonita y de mucho aprendizaje, aunque, por supuesto, requiere de práctica.

La profesora, una persona maravillosa y muy divertida, nos explicó que este nivel lo dedicaríamos a la meditación y autosanación, pues es imposible sanar a otros si uno mismo no está sano.

Desde ese día me he dedicado a practicar la Meditación Gassho, los cinco principios del Reiki y el autotratamiento, con la idea de sanarme a mí misma.

Ha sido una práctica muy bonita y muy interesante; sin embargo, he pasado por momentos un poco complicados estos días y he estado un poco desconcentrada. Espero recuperar esa concentración, y creo que el mismo Reiki me ayudará a lograrlo.

Lo que me llama más la atención, y lo que representa el mayor reto, es llevar a la práctica los cinco principios, que son los sigueintes:

1- Solo por hoy no me enojo.
2- Solo por hoy no me preocupo.
3- Solo por hoy trabajo honradamente.
4- Solo por hoy me siento agradecida.
5- Solo por hoy soy amable con los demás.

Para mí los más difíciles son el 1 y el 5, pues hay momentos en los que es complicado mantener una actitud pacífica y amable. Pero supongo que con la práctica lograré tener una mejor actitud en esos momentos desafiantes.

Otra cosa que me llamó la atención es que, durante las prácticas en el curso, la profesora nos comentó que imponer las manos generaba mucho calor. Yo no he sentido tanto calor, ni en las prácticas ni en el autotratamiento (aunque cuando coloco mis manos sobre mis ojos es cuando más calientes las siento). No sé la razón, pero asumo que con la práctica ocurrirá eso... o tal vez no (no todos reaccionamos igual).

Un aspecto de esta sanación es alimentarse bien, de manera balanceada, evitar el alcohol, las carnes rojas; pues la idea es desintoxicarse. No me ha ido muy bien en la parte de las carnes, pero si he tratado de reducir el consumo de sal (siempre ha sido un problema), de tomarme un momento para un té, de evitar comer cosas muy pesadas. Lo del consumo de alcohol no me pesa, pues nunca me ha gustado beber; las bebidas alcohólicas que me gustan son muy pocas y honestamente nunca pienso en eso.

Desde que estoy practicando, cada vez que coloco mis manos sobre el chakra del corazón, siento la energía y siento calma. Ese es un "truco" que nos comentó la profesora: en cualquier momento podemos hacernos Reiki, viendo tv, en una cola, en la oficina... simplemente basta con colocar una o ambas manos en el chakra del corazón. Y créanme que es maravilloso.

Pronto haremos el segundo nivel y contaré las aventuras que vengan.

El 16 de mayo de 2003, cuando contaba con 13 años, decidí hacer mi ritual de iniciación , que a la vez sería mi primer ritual. Sí, a los...

El 16 de mayo de 2003, cuando contaba con 13 años, decidí hacer mi ritual de iniciación, que a la vez sería mi primer ritual.

Sí, a los 13...
Cuando apenas había leído un solo libro sobre Wicca, hacía menos de 15 días...
Y sí, el libro especificaba que se debía estudiar durante un año y un día antes de iniciarse. Obviamente no le hice caso, pues mi personalidad impulsiva, atorada y emocionada quería ser wiccana "ya".



¿Será que le echo la culpa a que tenía solo 13 años? Mmmm, no. Ciertamente uno cambia con el tiempo, pero en esa decisión influyó, además de la corta edad, la emoción de haber encontrado algo con lo que me sentía identificada, algo que me hacía diferente, y por eso, tenía que empezar a hacerlo de una vez. Y por esas razones no negaré que el haber descubierto la Wicca cambió mi vida.

Como si no fuera suficiente todo lo anterior para caer en la vergüenza eterna, también voy a contar cómo fue el ritual.  

El ritual que hice lo saqué por completo del único libro que me había leído, Jóvenes y brujas de Silver RavenWolf. Para mí todo estaba a la perfección: busqué el significado de ese día, que era viernes; seleccioné las velas que iba a utilizar; le robé un pequeño caldero de cocina a mi mamá; elegí la ropa de color azul; comencé a armar el Libro de las Sombras; fabriqué una especie de maraca con una lata vacía de malta y caraotas; utilicé un pote de basura al revés como tambor (pues supuestamente la música era importante para la energía del momento). 

Y allí estaba yo, en el cuarto que utilizaba mi abuela cuando venía a quedarse en mi casa, de pie, con todo preparado a mi alrededor. Así fue como estiré mi brazo derecho, doblé todos los dedos menos el índice y comencé a girar sobre mi propio eje mientras decía las palabras, que me había aprendido de memoria, para trazar el círculo.


¡Excelente! ¡Círculo trazado! ¡Wow! (estaba tan "bien hecho" que ni siquiera sentí la energía, pero no importaba, el ritual había comenzado). Y allí estaba, sentada en el suelo ya, con un círculo inexistente, lista para continuar, pero me doy cuenta de que...

¡NO TENGO EL LIBRO! ¡Sin el libro no sé qué hacer, qué estructura seguir ni qué decir!


Después de recuperar el libro (no recuerdo si abrí una puerta en el supuesto círculo o simplemente lo agarré), el resto del ritual transcurrió "normal", es decir, lo leí todo del libro, hice todo lo que decía, etc. Recuerdo en que hubo un momento en que tenía que pedirle a los dioses que limpiaran y bendijeran una especie de amuleto o joya o lo que fuera que uno eligiera para el momento. Yo había comprado una de esas pulseras que traían una cadena con un anillo; cuando estaba pidiendo a los dioses que la limpiaran dije algo así como "Por favor, llénenla de toda la energía negativa...". Obviamente quise decir energía positiva, pero la verdad que ese fue el menor error de todo el ritual.

Los "instrumentos musicales" que había preparado para el momento, casi ni los usé... pues no sabía qué hacer con ellos y no quería hacer mucho ruido. Después llegó la hora del "pan y el vino", "ofrendas", "comunión", etc. Había traído unos pedazos de pan y un jugo, comí un poco y... ¿Qué hago con lo demás? Como no tenía ni idea, decidí dejarlo allí toda la noche. 

Al poco tiempo terminó mi ritual. Después de todo, no me sentía tan mal, había celebrado lo que quería y me sentía tranquila y contenta.

Pues la alegría no duró mucho. Me metí en Internet a revisar mi correo y me habían enviado uno de esos mails en los que una niña fantasma malvada vendría a sacarme los ojos esa noche si no lo reenviaba a tres mil personas en los próximos dos segundos. Honestamente, fue el primer correo que recibí de esa categoría... y me asusté, me asusté hasta la médula. Siempre le he tenido miedo a los fantasmas y a ese tipo de historias, y hasta allí llegó la tranquilidad que me había dejado mi atolondrado ritual de iniciación. 

Pasé el resto de la noche con nervios, casi no dormí, etc., etc., etc...


En fin, no podemos negar que era una persona inmadura, tonta, influenciable y atorada. 

Pero ¿Por qué contar esto? ¿Para hacer reír a alguien? ¿Para causar pena ajena? Tal vez, pero la intención principal es demostrar que en este camino también se comenten errores, y muy vergonzosos. Errores que hacen reír, morir de pena y aprender, sobre todo aprender.

Hay que equivocarse para crecer, para darle la vuelta a las cosas, para ser más creativo. 

Creo que sería muy interesante conocer los errores que muchos paganos han cometido en su camino. Hay muchas páginas dedicadas a hechizos, rituales, maneras de hacer herramientas, pero muy pocas cuentan este tipo de situaciones. ¡Vamos a compartirlas!


Los libros son unos de los mayores promotores del neopaganismo en la actualidad ¿No lo creen? Hay millones y millones de obras dedicados...

Los libros son unos de los mayores promotores del neopaganismo en la actualidad ¿No lo creen? Hay millones y millones de obras dedicados a contarnos sobre magia, dioses, esoterismo, misterios, brujería, religiones, y montones de cosas más. Eso sí, estoy casi segura de que todos esos libros no coinciden  totalmente al hablar de un tema o un procedimiento en especial.

¿Por qué ocurre esto? Pues porque cada libro contiene la opinión de su o sus autores, contiene su percepción. El autor X dirá que para representar el Este se usa una vela amarilla, mientras que el autor Y dirá que se utiliza una vela blanca. 

A veces las diferencias entre autores no son tan sencillas como el ejemplo de las velas. O sea, el autor Y podría comentar que la avena se utiliza para curar el acné; por su parte, el autor X podría decir que causa acné. ¿A quién creer?

En momentos así lo más común es investigar a fondo. Pero ¿qué pasa si leemos en otro sitio que la avena no tiene nada que ver con el acné, que no se relaciona con su causa o cura? Allí el enredo se hace mayor. Entonces, ¿cómo saber cuál es la respuesta "correcta"?... A través de la experimentación.

Sencillamente es utilizar la avena ¿ayudó a curar el acné? ¿lo empeoró? ¿no hizo absolutamente nada? Bueno, la respuesta se halla en las personas que lo hayan experimentado. Para algunas, la avena podría ser una fantástica solución a su problema, para otras podría ser una condena; mientras que para otras podría ser solo un emplaste molesto en la cara.

Ocurre igual con lo que leemos en los libros. Autor A tiene una forma de trazar el círculo, Autor B tiene otra y Autor C tiene otra. La manera de saber con cuál nos sentimos más cómodos es probándolas todas, mezclarlas, añadirles cosas, quitarles cosas.

"¿Y sí ninguna de esas formas me agradaron?", oigo a algunos decir. Pues, si ninguna gustó, lo ideal es crear una manera propia de trazar el círculo. ¿Y cómo buscar esa manera? Sencillo, se puede pensar qué puntos o aspectos del trazo del círculo de cada autor gustó más, se pueden añadir ideas propias, ser creativo con lo que a uno le gusta.

Tal vez el Autor A dice que el círculo se traza con tiza, el B dice que se traza con el athame y el C dice que se traza con el dedo. Bien, si a la persona le parece que es buena idea trazarlo con algo que no sea el dedo y cree que es importante ver físicamente la forma del círculo, pero no quiere usar tiza, tal vez podría utilizar conchas de mar, piedras, cartas de Tarot, etc.

Todos los autores que he leído dicen que es recomendable que el lector encuentre su propia forma de llevar a cabo lo que se propone en el libro. Y es eso lo que trato de explicar.

Está bien "cambiar" lo que dice el libro, al igual que está bien seguirlo al pie de la letra. La idea es experimentar, ver, sentir cómo funciona y si funciona bien para uno mismo.

Hay que leer a muchos autores, pues se necesita variedad para poder avanzar.

En conclusión, es como seguir una receta. Si nos parece que lleva mucha azúcar, le quitamos un poco; si creemos que lleva poco chocolate, le añadimos un poquito más; y si pensamos que quedaría delicioso con ralladura de naranja, se la podemos agregar. Y es probable que el postre quede delicioso; si no es así, ya sabemos que para la próxima podemos prepararlo de otra forma.

Y lo más importante de todo es añadir el toque personal de la improvisación y la creatividad. Los libros inspiran y nosotros adaptamos y ejercemos.

Un día antes de mi cumpleaños número trece fui a uno de los mejores lugares del planeta: una librería. Recuerdo que no buscaba nada en parti...

Un día antes de mi cumpleaños número trece fui a uno de los mejores lugares del planeta: una librería. Recuerdo que no buscaba nada en particular, sólo miraba los libros. De pronto, mis ojos se toparon con esta portada:




Jóvenes y brujas de Silver RavenWolf

Inmediatamente tomé el libro y leí la contraportada. Pero ¿por qué me emocionó tanto un libro así? Porque desde siempre me ha encantado el tema de la magia, de las brujas, de castillos, rescates, pueblos, búsquedas, etc., así que al ver el libro pensé que era algo de ficción (además, la portada es más adecuada para un libro de ficción). Al terminar de leer la contraportada me di cuenta de que NO era ficción, así que me interesé mucho por el tema y por el libro en sí, pero no lo compré porque al día siguiente era mi cumpleaños y prefería que me lo regalaran.

Y así fue, me lo regalaron. Leer Jóvenes y brujas fue toda una experiencia, pues todo estaba tan explicado, narrado de forma amena y hasta graciosa. Con él descubrí tantas nuevas posibilidades, como por ejemplo, descubrir que en la Wicca no se cree en el diablo. Esto último me pareció maravilloso, ya que yo siempre había pensado que la creencia en ese ser era de lo más raro. 

Pero lo que más me impactó de todo fue la idea de una Diosa. Me sorprendió mucho, debo admitir. Lo que pasa es que cuando se es ignorante en ciertos temas, la impresión de conocerlos conlleva muchas nuevas posibilidades.

No negaré que la emoción y el afán de lo que leí me llevó a montar un altar y a intentar trazar el círculo. Incluso, hice varios rituales y uno que otro "hechizo" (uno de ellos funcionó muy bien), empecé a escribir un Libro de las sombras, compré montones de velas, inciensos, más libros sobre el tema, visité una enorme cantidad de páginas web y me uní a quién sabe cuantos grupos de msn... 

El problema era, y yo lo sabía, que no estaba preparada, me faltaba estudio y además, estaba actuando precipitadamente. También me costaba mucho identificarme, conectarme con la Diosa.

En fin, era una adolescente que se enamoró de lo que leyó en los libros, pero que no era capaz de comprender la verdadera importancia de lo que leía.

A pesar de eso, el descubrimiento de la Wicca cambió mi manera de ver la espiritualidad. A mí me criaron en el catolicismo, me bautizaron y realicé la primera comunión; sin embargo, mis padres no van a misa y nunca me han obligado a hacer nada que yo no quiera.

No recuerdo cuándo recogí el altar y guardé todo en un baúl, pero los libros no los guardé. Los leí. 

Así fue que a los 16 años leí La danza en espiral (The spiral dance) de Starhawk. Un libro que, si bien llega a ser en algunos momentos extremadamente feminista, abrió mi mente a la Diosa y al Dios. Comencé a conectarme tanto con la Diosa que sólo hablaba con ella (no es que estaba alucinando con la Diosa, lo que hacía y hago es como rezar, pero sin una oración aprendida de memoria).  

De esa forma, me sentí cada vez más como parte de ella. Y ¿saben qué? nunca me he decepcionado ni cansado.  

No volví a sacar las cosas del baúl ni continué con el Libro de las sombras porque el conocer a la divinidad, al Dios y a la Diosa, era lo que necesitaba. Seguí leyendo y aprendiendo teoría, pero no practicaba mucho.

En 2010 decidí volver a la práctica, decidí trabajar más con la meditación y la visualización, con los elementos; comencé a escribir un nuevo Libro de las sombras mucho más bonito y con más detalles y con dibujos hechos por mí.

No he logrado el objetivo al 100%, pero mi manera de ver la vida es siempre con  una visión pagana.

De cierta forma aprendí que al conectarme con la divinidad lo demás vendría casi de forma natural, sólo hay que estudiar y practicar. Lo que hacía a los 13 años, aunque era mucha práctica, era sólo una práctica vacía en la que no había una verdadera conexión con los dioses. Ahora, me siento más unida a ellos y estoy comenzando a practicar de una manera muy diferente a como era antes.  

Otra cosa es que me siento identificada con el paganismo porque me lleva a participar activamente, a investigar, a estudiar, a improvisar, a hacer cosas hermosas, a encontrar mi manera propia de hablar o conectarme con los dioses. Además, siempre resulta interesante ver todo lo ya conocido a través de ojos paganos.

Actualmente no me califico como "wiccana", pues hay muchas cosas de esta religión con las que no estoy de acuerdo. Sin embargo, mi base siempre será wiccana, siempre respetaré esa hermosa religión.

Si es necesario que me etiquete, podría decir que soy pagana ecléctica, pues incorporo diferentes aspectos en mis prácticas y creencias.

No seré una experta, pero estoy aprendiendo y haciendo lo mejor que puedo para seguir dando pasos en este camino infinito, que sigue en construcción.

Ariel Abraham. Con la tecnología de Blogger.