" Cuerpo, mente y espíritu ", tres palabras que normalmente se asocian al balance, a lo sano, a la estabilidad... e incluso a ser ...

"Cuerpo, mente y espíritu", tres palabras que normalmente se asocian al balance, a lo sano, a la estabilidad... e incluso a ser un poco "come flor". Pero la verdad es que es una frase interesante, y muy acertada.

Cuando se llega a un camino espiritual la mayoría de la información que se consigue involucra al cuerpo, a la mente y al espíritu; pero casi siempre hacen mayor énfasis en la mente y en el espíritu (al menos en mi experiencia personal). ¿Por qué? Creo que es sencillamente porque son los "músculos", por así llamarlos, que no tenemos tan desarrollados; y, precisamente, al desarrollarlos podremos lograr grandes avances y mayor control sobre el cuerpo.

Pero ¿qué pasa cuando eres como yo, floja/o para hacer ejercicios? ¿Cuando siempre le has dado más importancia a la mente y al espíritu? ¿Cuando realmente no le has dado todo el amor que tu cuerpo merece? Pues en ese caso el cuerpo queda descuidado. Aunque no es tarde para darse cuenta y comenzar a hacer lo mejor por él.


Hace un mes me encontraba en esa posición: quería hacer algo para mejorar mi salud física... pero ¿qué? Ir a un gimnasio no era una opción, puesto que estoy tratando de ahorrar dinero. Entonces unos compañeros de trabajo me hablaron de los videos de Insanity. Ya había oido hablar de ellos, pero nunca los había visto.

Conseguí los videos lo más rápido que pude y comencé a hacer los ejercicios. Suena muy fácil, pero ha sido un camino fuerte. Las primeras dos semanas quedé asombrosamente destrozada, me tomaba toda el agua que llevaba cuando iba a hacer los ejercicios, y hasta me hice daño en un músculo de la pierna (por no hacer caso a lo que dice el fabuloso entrenador, Shaun T, sobre tener cuidado con la forma en la que se hace el ejercicio. "Don't compromise form"). Pero todo eso está relativamente en el pasado.

Aún quedo cansada y hay ejercicios que todavía no puedo hacer (aunque lo intento), pero si hay algo que ha evolucionado en mí ha sido mi mente. Desde que comencé Insanity dejé de pensar negativamente, dejé de decirme a mí misma "es muy difícil", "no lo hagas más". En su lugar, comencé a decirme "todavía no puedo hacer este ejercicio, pero lo modificaré y haré este otro". Me comprometí totalmente con estos videos porque la verdad es que me encantan, me divierten y me hacen feliz. Así de simple.


Me encanta que el entrenador, Shaun T, sea una persona extremadamente positiva. Es un tipo que sabe cómo motivar, entiende que no todo el mundo puede hacer los ejercicios a la perfección y sobre todo transmite una muy buena energía. Siempre incita a continuar, nunca hace sentir mal. Y eso ha sido la clave para mí.

Todavía me queda un mes de Insanity, el más difícil según he leído, y la verdad, aunque estoy cansada, estoy impaciente por comenzar (justo hoy es el primer día de este segundo mes).

Honestamente nunca pensé que me gustaría tanto hacer ejercicio ni que llegaría a un nivel de compromiso como este. No importa a qué hora llegue a casa, siempre estoy lista para Insanity.


He disfrutado tanto de esto que ha dejado de ser una cuestión de pérdida de peso y de salud; se ha convertido en algo que amo. Y esa es la clave.

Hacer Insanity ha llevado a mi cuerpo más allá de sus límites y ha ayudado a mi mente a superar bloqueos, y también me da esa famosa "paz de espíritu". Es para mí un primer gran paso hacia ese balance de cuerpo, mente y espíritu.

¿Y tú? ¿Cómo trabajas para lograr ese balance de cuerpo, mente y espíritu?


Ariel Abraham. Con la tecnología de Blogger.