Allí estaba yo, con el ánimo por el piso, una especie de hueco en el corazón y un dolor/presión ligera en el lado izquierdo de mi abdomen.  ...

Allí estaba yo, con el ánimo por el piso, una especie de hueco en el corazón y un dolor/presión ligera en el lado izquierdo de mi abdomen. 

Había terminado de hacer ejercicios y se me ocurrió darle uso a un oráculo de cristales que tenía guardado. Lo saqué y leí las instrucciones. Primero indicaba sacar un cristal de una bolsa y ver qué nos decía.

Metí la mano y saqué un pequeño cristal marrón con dorado (pardo y amarillento, para muchos). Un ojo de tigre. Lo sostuve en mi mano derecha y comencé a leer la descripción del cristal, que hablaba de su origen y especificaba que se le asocia con protección. 

Estaba metida en la lectura cuando me di cuenta de que ese hueco que sentía en el corazón se estaba "llenando", por así decirlo. A la vez, sentía la energía del cristal en mi mano... como una especie de presión y/o cosquilleo muy ligero. 

Devolví el cristal a la bolsa y proseguí a hacer la lectura. Cuando saqué varios cristales de la bolsa para hacer esta consulta me encontré con que el ojo de tigre era uno de ellos. Sonreí.

Lancé los cristales en la rueda que indica los diferentes aspectos de la vida y el ojo de tigre cayó justo en el centro. Esto indica que sus influencias están en todos esos ámbitos de mi vida.

Dos días después hice otras lecturas y el ojo de tigre apareció en la mayoría de ellas.

Quedé tan sorprendida con toda esta experiencia que me puse a repasarla en mi cabeza y me di cuenta de que el dolor/presión que sentía en el lado izquiero del abdomen desapareció la misma noche de la primera lectura.

Esta inesperada conexión con el ojo de tigre me ha dejado impactada y absolutamente maravillada. Busqué más información sobre esta piedra y lo primero que encuentro es que, además de protección, el ojo de tigre ayuda a balancear las emociones, a calmar la mente, y que se asocia con la tierra (y yo soy Tauro, un signo de tierra).

Viéndolo de otra manera, creo que el ojo de tigre y yo estábamos "destinados" (a falta de una mejor palabra) a encontrarnos en ese momento. Yo estaba tan triste, tan estresada, que creo que era claro que necesitaba ayuda. Y esta llegó de la manera más mágica posible.

Y sí, me calmé, me relajé y ya no me siento mal. Sigo preocupada y a la espera de una noticia importante, lo cual me genera cierta ansiedad, pero volví a ser yo, a sentirme sana, contenta.

Creo que esta aventura deja una gran lección para mí y para todos: mira a tu alrededor, sigue tus instintos y verás que tendrás una ayuda.

Gracias, ojo de tigre por venir a mí cuando necesitaba tanto un apoyo como el tuyo.

¿Has vivido una experiencia similar? ¿Cómo haces para conectarte con los cristales?
Ariel Abraham. Con la tecnología de Blogger.