Las palabras " bruja mala " llaman mucho la atención, pues lo más común es asociarlas con la llamada " magia negra "; ...

Hay momentos para ser una bruja mala

/
0 Comments
Las palabras "bruja mala" llaman mucho la atención, pues lo más común es asociarlas con la llamada "magia negra"; pero ¿Qué pasa cuando uno trata de dar lo mejor de sí, de ser amable, de ser respetuoso, de cumplir con lo que se le pide, y solo recibe a cambio constantes faltas de respeto?¿Qué hace uno ante una situación incontrolable por medios "comunes" cuando se puede recurrir a la magia?

A finales de 2010 viví una situación bastante estresante y difícil con una persona de la universidad a la que asistí. Esa mujer, a la que llamaremos Catrina, se esforzó por hacernos la vida muy complicada a un grupo de personas; se burló de nosotros y nos acusó de acciones que jamás habíamos pensado ni hecho, nos trató como basura y nos ofendió constante y repetidamente. El nivel de estrés fue tal que muchos de los afectados terminamos prácticamente llorando por los pasillos y deseando salir corriendo cuando pudiéramos.

Yo soy una persona tranquila (a veces demasiado), pero esta situación me llenó de rabia y me sorprendió muchísimo la injusticia y la crueldad que vi y viví. Ante esto, pedí ayuda a los dioses e incluso me concentré y medité pensando en Catrina y sus acciones y le pedí mentalmente que reconsiderara y se diera cuenta de que las cosas iban mal. Incluso se habló con ella en persona, pero nada funcionó.

Después de lo que llamaré "la gota que derramó el vaso" con Catrina, decidí que ya era suficiente. No iba a seguir buscando soluciones pacíficas y tampoco iba a dejar todo en manos del tiempo. Inmediatamente se me vino una diosa a la cabeza: Kali.




Kali es la diosa hindú que es asociada con la muerte y la destrucción; sin embargo, también trae regeneración y es la diosa madre y defensora.

Pedí a Kali que por favor me ayudara y que Catrina recibiera lo que se merecía por todo el daño que me hizo (a mí y a las otras personas). Le pedí que Catrina sintiera todo lo que nos había hecho sufrir. Hice un pequeño ritual, pedí que por favor me enterase de cómo Catrina recibía su merecido, agradecí y listo.

Ese fue mi momento de "bruja mala", pero ¿realmente fui "mala"? No lo creo. Catrina no era una bruja mala, era una mala persona. Un ser egoísta que no le importaba pasar sobre los demás y destruirlos.

Casi han pasado tres años de lo ocurrido, y fue ayer que me enteré de que efectivamente Catrina está recibiendo lo que merece. Fue muy loco enterarme de eso, pues la mencioné por casualidad al comentar los malos ratos que nos hizo pasar, y una compañera de trabajo dijo que la conocía y me dio la noticia de lo que ocurre en su vida.

Aparentemente tuvo problemas que afectan su trabajo, su vida, su inspiración, bla, bla, bla, pero está recuperándose, aunque es posible que no vuelva a ser la de antes. ¿Qué si me alegré? Sí, no lo voy a negar. 

Y volví a darle las gracias a Kali por darle su merecido y hacer que yo me enterara.

Lo más sorprendente de todo es que cuando hice aquel ritual me imaginé lo que quería que le pasara a Catrina, pues sabía lo que la afectaría más. Y justamente lo que le está pasando es lo que le deseé pero un poco menos grave.


No me arrepiento para nada, pero sí quiero dejar claro que no ando por la vida pidiéndole a Kali que le dé su merecido a cualquiera que me vea feo. Esta fue una situación extraordinaria y muy, muy dura e injusta para mí, que requirió de medidas "desesperadas".

En conclusión, no siempre se puede afrontar todo desde el lado "bueno". Hay momentos para ser "brujas malas".





You may also like

No hay comentarios:

Ariel Abraham. Con la tecnología de Blogger.